La estralla detras del balón.

sábado, 3 de abril de 2010

Potente, de olfato goleador, trabajador incansable en el juego de presión, de velocidad mortal, gran potencia y definición. Didier Drogba, nació el 11 de marzo de 1978, en Abidjan, Costa de Marfil. Este fibroso delantero, de 1 metro 88 y 74 kilos, brilla de sobremanera con sus goles y buen fútbol.

SU INFANCIA:

“Tito”, como era conocido por sus familiares y amigos, repartió su niñez entre su Costa de Marfil y Francia, su país de adopción. A pesar del rechazo de sus padres, una pareja de empleados de banca de Abidján, a que el pequeño Didier abandonara su casa, el “hijo pródigo” abandonó su país a los 5 años. Michel Goba, el tío de Drogba, se ganaba la vida en Francia como futbolista profesional, y fue quien aconsejó a sus padres enviar a Didier a Francia para que “tuviera oportunidad de triunfar en la vida”. Allí pasó 3 años entre Brest, Anguleme y Dunkerke. Y con 8 años regresó a su país para reencontrarse con sus padres. Todo iba bien, disfrutaba de su familia, de sus amigos, y del fútbol en su barrio, el distrito de Yopougon Sicogi, donde los estacionamientos se transformaban en auténticos estadios donde Didier ya despuntaba. Sin embargo, en 1989, una grave crisis económica sacudió a todo el país, y los padres de Didier perdieron su trabajo, la situación era muy crítica y optaron por mandar de nuevo a su hijo a Francia junto a su tío, quien lo preparó para un equipo semi profecional, donde comensó su carrera de deportista.

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